Alvaro Hurtado
Alvaro Hurtado Persona y desarrollador drupal.

El efecto Dunning-Kruger en el mundillo digital

El efecto Dunning-Kruger en el mundillo digital

En todas las pandillas hay un listo que todo lo sabe, que siempre tiene una solución para los problemas más complejos, alguien que debería ser consultado por los científicos para que el mundo avance, y que debería dar las alineaciones al Seleccionador Nacional de Fútbol para que ganemos el mundial.

Hoy en día llamamos a esta persona “el cuñao”, pero ese perfil lleva entre nosotros desde del principio de los tiempos. ¿te imaginas al “cuñao” del homínido que descrubrió el fuego?

Dos homínidos descubriendo el fuego y uno de ellos increpando al otro.

Este tipo de comportamientos forman parte de la naturaleza humana, es por eso que son tan frecuentes, pero esto no quita que sean desagradables para quienes los sufren. De hecho estoy seguro de que todos alguna vez hemos sido “el cuñao” o “la cuñá” (que de esto no se salva nadie). Lo que hay que plantearse en este punto es ¿por qué hacemos esto si está claro que es desagradable para los demás?.

Tiene que ver con un exceso de confianza en nuestras propias capacidades combinado con el efecto del sesgo de confirmación[1]. Aunque el sesgo de confirmación daría para hablar mucho y muy tendido, nos vamos a centrar aquí en el exceso de confianza. Es muy importante detectarlo tanto en nosotros mismos como en quienes vienen a vendernos una solución, ya sea porque estamos contratando a alguien o porque está impartiendo una charla.

Para entender el exceso de confianza es importante echar un ojo al estudio[2] que publicaron David Dunning y Justin Kruger en el que dieron a conocer otro sesgo cognitivo que llamaron “Efecto Dunning-Krugger”, cuya conclusión más resumida es: “La sobrevaloración del incompetente nace de la mala interpretación de la capacidad de uno mismo. La infravaloración del competente nace de la mala interpretación de la capacidad de los demás.”

Sobre la segunda parte de las conclusiones, se pueden relacionar otros fenómenos como el Síndrome del impostor[3] o la ansiedad que produce el estancamiento que muchas personas experimentan cuando después de años estudiando o trabajando en un determinado área se ven todavía lejos de ser verdaderos expertos. En cambio, la primera parte de las conclusiones “La sobrevaloración del incompetente nace de la mala interpretación de la capacidad de uno mismo” puede llegar a ser peligrosa.

Esto lo plasmaron en un gráfico super-famoso:

En este gráfico se enfrentan los niveles de competencia y de confianza de media de las personas cuando están aprendiendo algo. Vemos que al principio las cosas encajan y luego, de repente, nos encontramos en plena cima de lo que se llama “monte de la ignorancia”. En temas de desarrollo suele ser cuando hemos conseguido hacer un tutorial y lo hemos modificado con éxito, en ese momento podemos sentir que dominamos la tecnología a pesar de que nos hayamos limitado a seguir unos pasos descritos en un tutorial. Después intentamos resolver un problema real y nos damos cuenta de que no tenemos el nivel de competencia necesario, cayendo poco a poco en el “valle de la desesperación”. Esa bofetada de realidad nos pone en nuestro sitio y poco a poco vamos resolviendo problemas, aprendiendo y cogiendo confianza.

Este proceso puede durar días o años, dependiendo del área de competencias en la que estemos aprendiendo. Lo que es muy importante es no caer en la tentación de dejarnos llevar por nuestro exceso de confianza cuando estemos en el “monte de la ignorancia”. Igual que lo más normal es que no estemos preparados para participar en un rally el día después de sacarnos el carnet de conducir, tampoco somos unos expertos en el nuevo framework unnecessaryJS después de hacer el tutorial de holamundo que encontramos en la primera página de la documentación oficial.

En los años que llevo desarrollando software, me he encontrado muchos ejemplos de personas a las que dejarse llevar por la euforia que te da llegar a la cima del “monte de la ignorancia” les ha hecho cometer errores, por eso creo que es importante valorar si realmente somos expertos cuando vayamos a:

  • Proponer una charla en un evento.
  • Buscar un trabajo de experto en una determinada tecnología.
  • Vender un proyecto a un cliente en una determinada tecnología.
  • Dar nuestra opinión en un debate.

Así es que muchas veces soy excéptico con lo que veo y leo en algunas charlas o artículos de blog. Se da a menudo el caso de personas o empresas que están empezando a utilizar determinada tecnología para solucionar un problema, por ejemplo el nuevo framework unnecessaryJS; y antes de haberla implementado completamente y ver qué nuevos problemas puede crear; se lanzan a escribir artículos en el blog de la empresa, dar charlas en eventos (muchas veces eventos que ellos mismos organizan y difunden por Internet) y proclamarse ante sus clientes como “la referencia a nivel nacional de unnecesaryJS”.

Como conclusión, solo puedo añadir que en mi pueblo se dice que la ignorancia es muy atrevida, y que Charles Bukowski debía tener una abuela de mi pueblo porque se le atribuye la cita que dice que:

"El problema con el mundo es que la gente inteligente está llena de dudas, mientras que la gente estúpida está llena de certezas."

[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Sesgo_de_confirmaci%C3%B3n

[2] https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/10626367/

[3] https://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_del_impostor

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